Qué harías si luego de una noche de copas, al ingresar a tu automóvil e intentar encenderlo, solo escuchas una voz que te dice: “Oye, estás demasiado borracho para conducir. Llamaré a un taxi para que te lleve a casa”. Esa podría parecer la voz de la razón de un padre o amigo responsable, pero en este caso es la voz de la tecnología hablándote a través de tu vehículo.
Por el momento, existen varios tipos de tecnologías avanzadas con las cuales se está experimentando. Las más interesantes son:
- Sensores en el volante, palanca de cambios u otras áreas de contacto, que detectan por medio del sudor el nivel de alcohol en la sangre.
- Sensores que detectan el nivel de alcohol contenido en las partículas de aire dentro del vehículo.
- Cámaras que estudian las expresiones faciales del conductor.
Los sistemas operan de maneras distintas, pero el resultado es el mismo. Si llegan a detectar un nivel de alcohol que sobrepasa el límite legal establecido, el vehículo simplemente no arrancaría y el sistema de navegación le avisaría al conductor que no está en condiciones de conducir.
Recientemente, fabricantes de automóviles como Toyota y Nissan ya han experimentado con este tipo de tecnologías en vehículos prototipo. El diseñado por Nissan es uno de los más avanzados. Este prototipo cuenta con 3 sistemas para prevenir que un conductor borracho encuentre una manera de burlar el sistema.
Veamos cómo funcionan estos 3 sistemas.
El primer mecanismo de seguridad se encuentra en la palanca de cambios. Esta posee sensores que detectan las partículas de alcohol en la palma de la mano del conductor. En caso de que se detecte un nivel elevado, la palanca de cambios quedaría inhabilitada, impidiendo poner en marcha el vehículo.
El segundo sistema cuenta con múltiples sensores de olor ubicados en distintos puntos del vehículo para analizar el nivel de alcohol en el aire producido por la respiración del conductor y sus pasajeros.
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