La educación universitaria sigue siendo una de las metas más importantes para poder lograr el sueño americano. La posibilidad de lograr que los jóvenes de la familia accedan a una educación de buen nivel es una aspiración que se comparte en prácticamente todos los sectores sociales: para las clases altas es una forma de mantener su estatus y para los más humildes es una posibilidad de ascender socialmente y acceder a mejores niveles de vida.
Muchas veces, el acceso a la educación universitaria se ve dificultado por los altos costos, tanto de la matrícula como de las mensualidades. No obstante ello, existe actualmente una gran variedad de ayuda financiera para facilitar el financiamiento de la educación; algunas de origen público y otras de origen privado. Las universidades también proporcionan becas y otros mecanismos como trabajos de medio tiempo para acercar la educación superior a quienes no pueden solventarla. Para conocer las opciones disponibles de ayuda puedes consultar las páginas web de las universidades e institutos profesionales.
A la hora de buscar la combinación óptima de ayuda financiera es muy recomendable buscar aquellas opciones que no impliquen la obligación de un reembolso posterior, mucho menos si dicho reembolso debe hacerse con intereses. Ante esto, lo que deberías hacer es decidirte por aquellas opciones de ayuda financiera que contemplen becas, trabajo, subsidios o beneficios tributarios y no préstamos pues estos se deben reembolsar. Si bien hay algunos – generalmente de origen público – que tienen tasas de interés más bajas y plazos de pago más flexibles que los privados, igual debes analizar muy bien su aceptación ya que una decisión poco meditada sobre este punto puede significar que a mediano o largo plazo una ayuda se transforme en un problema si no puedes pagarla a tiempo. Cuando se trata de préstamos, debes estar atento y leer cuidadosamente las políticas de concesión de los mismos, así como sus términos y condiciones. Si aún así tienes dudas sobre lo que vas a aceptar, pide asesoramiento.
La combinación óptima de ayuda financiera variará de acuerdo a las necesidades de cada estudiante, pero en líneas generales lo más recomendables es evitar endeudarse para acceder a la universidad. Si un préstamo es tu única opción, entonces asesórate bien para determinar cuál se adapta a tu realidad económica y evita endeudarte más allá de tus posibilidades.
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