“Mañana”, “ahora no”, “en otro momento”, “cuando tenga más dinero”, “cuando sea mayor”.
Estas son las respuestas más comunes que recibo cuando pregunto acerca de la compra de un seguro de vida. Muchos latinos consideran de mala suerte comprar un seguro o creen que no lo pueden costear o simplemente no quieren esforzarse un poco para efectuar la compra. El problema de darle cabida a estas excusas es que nos puede salir muy caro.
¿Cuál es el momento ideal para comprar un seguro de vida? ¡Hoy!
La cuota que pagamos a cambio de la cobertura —conocida como la prima— se calcula con base en varios factores que con el tiempo juegan en contra nuestra e incrementan nuestro costo final:
Tu edad. El seguro de vida a plazo fijo (“termlife”) funciona de manera sencilla: pagas tu prima mensual o anualmente durante el término del seguro que suele ser 10, 15, 20 ó 30 años. Si mueres durante el tiempo de vigencia de la póliza, entonces tus beneficiados nombrados en la póliza reciben el valor de la póliza. La empresa de seguros que te vende la póliza está apostando a que no vas a morir durante el tiempo que está en vigencia la póliza. Uno de los factores que determinan nuestra probabilidad de morir es la edad actual. No es igual que una persona de 30 años compre una póliza vigente por 20 años a que lo haga una persona de 75 años. Por eso mientras más joven eres, más económica es la prima.
Tu salud. Tu estado de salud también afecta mucho la prima del seguro de vida. A pesar de que nadie tiene idea de cuánto tiempo va a vivir exactamente, se sabe que ciertas afecciones como tener sobrepeso, padecer de diabetes o problemas cardiacos — todas condiciones comunes entre los latinos — reducirán de antemano y considerablemente tu índice de vida. Ya que todos corremos el riesgo de padecer de algo, esperar para comprar la póliza de seguro de vida solo abre la posibilidad de enfermarse antes de comprar la póliza. La aseguradora puede cobrarte una prima elevada (o hasta negarte la póliza) si intentas comprarla después de caer enfermo. Por eso, es mejor hacerlo cuando aún gozas de salud. Si te enfermas luego, no pueden cancelarte la póliza debido a ello.
La economía. La situación de la economía tiene mucho que ver con la prima que pagamos por nuestra póliza de seguro de vida. Cuando las tasas de interés de los bonos están bajas como ahora, para las empresas de seguro es muy difícil ganar dinero. Su rentabilidad sufre. Este ha sido el caso durante los últimos años. Como consecuencia están realizando incrementos en los cobros de las primas para compensar esta diferencia.
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