En el año 1900, las personas que vivían en los Estados Unidos se consideraban dichosas de poder celebrar su cumpleaños 50, ya que en promedio los hombres vivían hasta los 46 años y las mujeres hasta los 48 años. ¡Cómo han cambiado las cosas! Actualmente, el segmento de la población que está experimentando el mayor índice de crecimiento son aquellos con 100 años o más de edad. Ya no es una locura pensar en vivir un siglo. Pero si bien la tecnología nos ha ayudado a vivir más, no nos escapamos del desgaste que sufren nuestros cuerpos al vivir tantos años.Mientras más viejos somos, más ayuda y cuidado necesitamos diariamente. Y este cuidado no es barato; es muy costoso.
Según un estudio recientemente elaborado, el costo de los cuidados necesarios para un anciano es alto, ya sea en un asilo o en la propia casa:
- El costo de una estadía en un asilo de ancianos con habitación propia supera los $87,000 anuales;
- El costo de una estadía en un asilo de ancianos con habitación compartida supera los $78,000 anuales;
- El costo de una estadía en un centro de ayuda (“assisted living facility”) cuesta en promedio $42,000 anuales, pero puede superar los $100,000 en ciertas partes del país;
- El costo de tener un ayudante en la casa que se responsabilice de las necesidades cotidianas de un anciano es de $60,000 anuales por 8 horas diarias y puede alcanzar los $180,000 anuales para cuidado las 24 horas del día.
A diferencia de lo que muchos creen, el seguro médico privado y el Medicare no cubren muchos de estos gastos, dejando a la familia del anciano con la responsabilidad de cuidarlo. El Medicaid sí cubre muchos de estos beneficios, pero es solo para personas pobres (no para gente de clase media) y dada la condición de la economía, esos beneficios pueden reducirse en cualquier momento.
Para poder costear el cuidado que uno desea durante su vejez sin ser un estorbo para la familia, existe el seguro de cuidado a largo plazo. Este seguro te paga una indemnización si necesitas cuidado a largo plazo.
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