¿Conoces la diferencia entre una lista de acciones, un plan, un presupuesto y una estrategia? Simplemente que cada uno tiene una eficacia y propósito distinto dependiendo del proyecto en que te embarques, pero en conjunto son una herramienta importante para estar preparado ante los costos universitarios. En el caso de que ya tengas un plan para presentarte a las universidades de tu preferencia, entonces nos centraremos en la parte económica, en cómo pagar por la pensión universitaria y los gastos de alojamiento, comida, vestimenta y otros gastos misceláneos que tendrás durante estos años.
El plan estratégico para pagar por la universidad comprende varios pasos: algunos serán únicos a ti dependiendo de tu situación económica, la cantidad de dinero ahorrado por tus padres para este propósito, tus calificaciones académicas e inclusive el grupo étnico al que perteneces. El plan de pago, a diferencia de un presupuesto, incluye pasos a tomar para poder encontrar y solicitar todos los recursos de apoyo financiero a los que califiques. Estos pueden ser privados, estatales o federales.
El primer paso es hacer un inventario de todos tus recursos y los de tus padres para que veas cómo debes suplementar estos fondos. El siguiente paso es identificar, de acuerdo a tu perfil económico y ambición académica, los distintos tipos de ayuda a los que puedes calificar. Para esto, tienes que comenzar llenando el formulario FAFSA o Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes; esto lo puedes hacer a través de la página http://www.fafsa.ed.gov. Aquí se determinará el tipo de ayuda a la que calificas ya sean préstamos subsidiados o no subsidiados, e incluso subsidios parciales o completos, federales o estatales. Pero no te detengas aquí; debes hacer un inventario de tus aptitudes académicas, de tal manera que puedas identificar becas y premios potenciales de organizaciones privadas. Estas pueden ser fundaciones sin fines de lucro o compañías privadas que patrocinan a estudiantes en las ciudades donde operan, o a los hijos y familiares de sus empleados. Mucha de esta información está disponible en Internet pero no temas tomar el teléfono y llamar directamente a las compañías en tu ciudad. Por último, trabaja con el consejero de secundaria o de las universidades a las que te presentes; muchas veces ellos disponen de bases de datos con esta información.
Por último, revisa tu presupuesto varias veces y actualízalo constantemente. Es preferible asumir costos altos e ingresos bajos; esto te dejará mucho espacio para maniobrar ante cualquier situación inesperada. Los estudios duran cuatro años y muchas cosas pueden pasar: cosas tan simples como el aumento de pensión o de renta o tan complejos como el desempleo de los padres, un cambio de enfoque de estudios y más. Al final, tu plan estratégico tiene que incluir con mucho detalle todos los posibles gastos que puedas tener en estos años, incluyendo las reuniones de amigos y hasta el primer traje que comprarás para tu primera entrevista como graduado. El plan también tiene que ser flexible para que se pueda contraer o estirar en estas eventualidades. Lo más importante es empezar temprano y llegar primero a la línea de las distribuciones de ayuda financiera, especialmente en el caso de becas y premios de entidades privadas.
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