Las principales empresas de telefonía móvil en los Estados Unidos han anunciado un nuevo programa que cambia radicalmente la manera en que adquirimos nuevos planes de celulares. Los teléfonos inteligentes se han vuelto una necesidad para millones de personas alrededor del país. Pero, no basta con tener uno, la gente quiere tener el último modelo con el procesador más rápido, la pantalla más grande, la cámara con mayor definición, etc. Los fabricantes de smartphones están bajo una presión enorme para actualizar sus modelos y satisfacer esa demanda. Por ello, la industria actualiza sus modelos cada 6 meses, pero el costo de uno de estos teléfonos supera los $500 y muchas veces llega hasta $800 o más.
Las empresas que ofrecen el servicio de telefonía saben que pocos consumidores —a pesar de sus deseos de tener un teléfono nuevo— están dispuestos a pagar tanto al inicio. Por eso, pagan parte del costo en forma de un subsidio a cambio de que el cliente se comprometa con un contrato de servicio de dos años. Y ahí radica el problema: los fabricantes sacan modelos nuevos cada 6 meses, pero los proveedores de servicio requieren que uno no cambie de teléfono durante 2 años. Según varias encuestas, este es uno de los puntos más frustrantes para los consumidores.
Para tratar de remediar esta situación, T-Mobile, AT&T y Verizon acaban de lanzar nuevos programas en los que uno paga una mensualidad por el teléfono, en vez de comprarlo por un precio fijo al inicio. Estos nuevos planes de celulares también te dan la posibilidad de actualizar tu teléfono a uno más nuevo si está disponible. Pero, ¿realmente valen la pena estos planes? Analicemos en detalle estas tres ofertas y cómo funcionan.
T-Mobile JUMP
El servicio JUMP ofrecido por T-Mobile te permite usar un Galaxy S4 a cambio de pagar $150 al inicio, más $20 al mes por dos años más otros $10 al mes mientras tengas el contrato vigente. Estos costos no incluyen el servicio, sino son simplemente por el teléfono en sí.
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