“Lo único que no cambia en la vida es el cambio”. Esta profunda reflexión acerca de la naturaleza de la vida se atribuye al filósofo griego Heráclito de la antigua ciudad de Éfeso. A pesar de que Heráclito vivió hace 2,500 años, esta realidad sigue igual. Nosotros hacemos nuestros planes, pero la vida a veces tiene otra cosa en mente para nosotros. Es importante tener esto en cuenta cuando desarrollemos nuestra Estrategia para Pagar por la Universidad. Una estrategia a la que los estudiantes y sus familias le han dedicado el tiempo adecuado y con la que se sienten satisfechos, solo requerirá una adaptación mas no quedará inválida en el caso de ocurrir un divorcio o un cambio en la situación económica de la familia.
Si tus padres se divorcian, lo primero que se ve afectado es la forma en que debes llenar la FAFSA. Solo debes incluir los ingresos y bienes del padre que te custodia, y la manutención de menores que paga el padre que no te custodia. No siempre es obvio determinar quién es el padre que te custodia según los requisitos de la FAFSA, por lo que deberás consultar sus instrucciones cuando tengas dudas. También debes tener en cuenta que las universidades privadas no necesariamente siguen esta norma cuando se trata de ayuda financiera. Muchas esperan que el padre sin custodia aporte algo y otorgan menos ayuda para reflejar esto. Aunque sientas que el padre que no te custodia tiene la obligación moral de ayudarte, no necesariamente tiene la obligación legal de hacerlo; esto depende de la ley del estado donde se efectuó el divorcio. Si tú estudiante tienes el presentimiento de que tus padres pueden llegar a divorciarse, entonces trata de que acuerden – por escrito – cómo van a colaborar con tu Estrategia para Pagar por la Universidad.
Si tus padres se declaran en bancarrota, esto puede afectar muchísimo su capacidad de ayudarte con tu Estrategia para Pagar por la Universidad y tendrás que buscar otras fuentes para compensar la ayuda que te iban a dar. Como parte de la bancarrota, tendrán que emplear un porcentaje de sus ingresos mensuales para saldar la deuda incluida en la bancarrota así que este dinero ya no estará disponible para ayudarte. Pero, si la bancarrota fue decisión de ellos y no se debe a una situación específica (como lo sería la incapacidad para trabajar debido a una enfermedad), entonces las universidades no la tomarán en cuenta para el cálculo del aporte que esperan de tu familia. Si fueron los acreedores quienes forzaron a tus padres a la bancarrota o se debe a una situación especial, la universidad tiene la opción de tenerla en cuenta, pero por lo general es difícil.
Según varios estudios, se calcula que la mitad de jóvenes en el país verán a sus padres divorciarse antes de cumplir los 18 años. Si le sumamos a esto el número de familias en que uno o ambos de los padres fallece inesperadamente, nos damos cuenta de que la mayoría de jóvenes que postulan a la universidad tienen que lidiar con estas situaciones inesperadas. ¡Esto no tiene por qué ser un impedimento para concretar tu educación! Simplemente debes estar preparado por si esto te ocurre. Cuando estés elaborando tu Estrategia para Pagar por la Universidad siempre pregunta: ¿Qué pasaría si mis padres se divorciaran? ¿Qué haría si algo le sucede a mi mamá o papá? ¿Qué pasaría si mis padres se encuentran desempleados? Es mejor prevenir que lamentar.
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