Por Mike Periu
La vida está llena de muchas circunstancias inesperadas y si preguntas a la mayoría de adultos hispanos si actualmente sus vidas son lo que ellos imaginaban, muy pocos –si algunos- podrán decirte que sí. Sin duda, esto es cierto para los aproximadamente 40 millones de personas que nacieron en otro país pero de una u otra manera han hecho sus vidas en los Estados Unidos. Muchas sorpresas, como la llegada de un bebé o el ascenso no solicitado en el trabajo son bendiciones que nos alegran la vida. Pero otras, como una lesión debilitante debido a un accidente o una enfermedad prolongada requieren una tremenda paciencia y perseverancia para superar.
Afortunadamente, hay recursos que pueden ayudarnos a superar los retos que acompañan las sorpresas desagradables que nos da la vida.
Recursos importantes en tiempos de necesidad
El recurso más valioso es una familia amorosa. Nuestros cónyuges, padres, primos, tías y tíos y otros miembros de nuestra familia nos brindan apoyo moral y ánimo. También pueden ayudarnos con las tareas de la vida diaria como recoger a los niños de la escuela o comprar comestibles que podría ser demasiado ya que nos estamos recuperando. Para muchos hispanos, la parte más difícil de depender de este recurso es dar el primer paso y pedir ayuda. A veces, nuestro orgullo no nos deja pedir ayuda a nuestros familiares y amigos, aún cuando la necesitemos de forma desesperada. En la mayoría de casos, tus seres queridos estarán felices de ayudar aunque sea en una forma pequeña.
Otro recurso importante es tener acceso a grupos de apoyo. Estos grupos nos conectan con otras personas que están experimentando los mismos retos que nosotros. Poder hablar con alguien que comparte las sensaciones de dolor y sentimientos de frustración puede aliviar la soledad causada por los efectos de la lesión o enfermedad. Los grupos de apoyo también nos conectan con asesores y consejeros calificados que nos pueden proporcionar las herramientas necesarias para lidiar con las consecuencias a largo plazo de nuestra lesión o enfermedad. Existen grupos de apoyo especializados ubicados en todo el país y en la mayoría de áreas con población latina te podrán ayudar tanto en inglés como en español.
Un recurso final del cual deben de depender todos los hispanos que están empleados es el seguro de incapacidad, su tabla de salvación financiera en tiempos de lesiones o enfermedades. El seguro de incapacidad te paga una parte de tu sueldo si no puedes trabajar porque sufriste un accidente o porque estás enfermo.
De acuerdo a un estudio reciente llevado a cabo por LIMRA auspiciado por la Fundación LIFE, 73 por ciento de los hispanos creen que la mayoría de personas necesitan contar con un seguro de incapacidad pero solo el 26 por ciento realmente lo ha comprado. Esto es impactante pues significa que millones de hispanos saben que hay un recurso disponible para protegerlos a ellos y sus familias pero no hacen nada al respecto. Una vez que sufres un accidente o eres diagnosticado con una enfermedad, ya será demasiado tarde. Si no crees que esto te ocurrirá, ten en cuenta que tres de cada 10 personas sufrirán una lesión o enfermedad que los mantendrá alejados del trabajo durante un mínimo de tres meses. Sin un seguro de incapacidad, ¿cómo pagarás la renta o la hipoteca, el auto, la tarjeta de crédito y todos los otros gastos que requieren la vida diaria? Muy pocas personas tienen suficientes ahorros como para siquiera cubrir los gastos básicos de un mes si dejan de trabajar. Las tarjetas de crédito no son una alternativa viable y usarlas para “tapar el agujero” podría ponerlo en un camino a la bancarrota. Los programas del gobierno como el Seguro de Incapacidad del Seguro Social pagan muy poco y pueden tomar hasta ocho meses en procesar tu reclamación. Si te la rechazan, entonces la apelación puede tomar hasta un año e incluso entonces te la pueden volver a rechazar. ¿Realmente vale la pena correr el riesgo?
Ya resulta de por sí bastante difícil enfrentarse a las sorpresas de la vida y por lo que saber que puedes contar con tu familia, los grupos de apoyo y el seguro de incapacidad debe ser un gran alivio. Tu familia ya está allí. Tampoco tendrás que inscribirte en un grupo de apoyo hasta que no estés verdaderamente enfermo o lesionado. Así que el único recurso en el que debes concentrarte hoy es en el seguro de incapacidad. Si trabajas, entonces necesitas tener un seguro de incapacidad. Es así de simple.
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