Según las últimas cifras del National Center for State Courts, cada año en los Estados Unidos se inician casi 20 millones de juicios civiles. ¡Esto es impresionante! Los juicios civiles no siempre se hacen con las mejores intenciones; la avaricia toma control de muchas personas quienes deciden demandar por cualquier motivo. Sin embargo, también tenemos casos de personas que son verdaderas víctimas de la negligencia de otro y al no encontrar una solución justa acuden al sistema judicial. Al margen del motivo por el cual uno sea demandado, es bueno contar con una protección adicional y ahí es donde entra “la sombrilla” para tu seguro.
Una póliza de seguro sombrilla (o “umbrella insurance” en inglés) es un seguro adicional a la cobertura personal que tienes para tu casa, tus pertenencias y tu auto. Por lo general, antes de comprar una póliza sombrilla necesitas tener vigente por lo menos una póliza de casa, auto o de inquilinos porque el seguro suplementa estas pólizas. Específicamente, ofrece protección adicional contra reclamos de responsabilidad legal personal (“liability”) para todas tus pólizas vigentes.
Vamos a suponer que tienes una póliza de seguro de auto vigente y también una póliza de seguro para dueños de casas. En la póliza de autos tienes una cobertura de $250,000 de responsabilidad legal por daños a terceros y en tu casa tienes $500,000 de este tipo de protección. Si bien parece ser demasiada protección, hoy en día estas coberturas no son tanto como aparentan. ¿Qué tal si un amigo está visitando tu casa y se cae porque no has arreglado un escalón y se rompe la espalda? Le puede tomar años recuperarse y como no tiene seguro medico decide demandarte por $1 millón. Si gana, tu aseguradora pagará los $500,000 de cobertura, pero la otra mitad te corresponde a ti. Quizás tengas que vender tu casa (y darle tus ahorros) para saldar la deuda creada por este juicio legal. O, ¿qué tal si sucede algo parecido en un accidente de autos? Es un problema enorme.
Con el seguro sombrilla, estás comprando protección adicional para ambos casos. Este seguro se suele vender en incrementos de $1 millón. Así que al comprar el más barato, los límites de protección subirían automáticamente en este ejemplo a $1,250,000 para tu auto y a $1,500,000 para tu casa.
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